Las lesiones obstétricas del esfínter anal (LOEA) comprenden los desgarros perineales de grado 3 (periné completo) y 4 (periné completo complicado). Las LOEA son la única causa obstétrica demostrada de incontinencia anal duradera. En ausencia de LOEA, la prevalencia de la incontinencia anal en la población general es similar en las mujeres nulíparas, las mujeres que sólo han parido por cesárea y las mujeres que han dado a luz por vía vaginal, espontánea o instrumental, sin LOEA. En Francia, su prevalencia se estima en el 0,5% después de una expulsión espontánea y en el 2,2% después de una expulsión instrumental, es decir, cerca de 5.000 mujeres al año. En las expulsiones espontáneas, la episiotomía aumenta el riesgo de LOEA. La frecuencia de LOEA tras expulsión instrumental y el carácter protector o no de la episiotomía en esta situación son temas controvertidos. Los estudios franceses recientes comunican una prevalencia de LOEA del orden del 1% con todos los instrumentos, a pesar de una política restrictiva con respecto a la episiotomía. Estos resultados no concuerdan con los estudios anglosajones y escandinavos. Después de una LOEA, la prevalencia de la incontinencia anal es dos veces mayor que en la población general. Los defectos esfinterianos que persisten tras la cirugía afectan al 16-61% de las mujeres, según los estudios. El pronóstico depende menos del grado de la lesión inicial que de la calidad de la reparación quirúrgica y de la persistencia o no de un defecto esfinteriano tras la cirugía. Los resultados actuales del tratamiento de las LOEA no son satisfactorios. Se hace necesario mejorar la formación de los especialistas en ginecología-obstetricia sobre el diagnóstico y tratamiento de las LOEA. Si se produce un nuevo embarazo tras una LOEA, el riesgo de recidiva después de un parto vaginal va del 5 al 8%. En ausencia de recidiva, el embarazo y el parto no modifican la prevalencia de la incontinencia anal en estas mujeres.