作者
Santiago Grau,Germán Bou,Esther Fondevilla,Jordi Nicolás,Manuel Ángel Rodríguez-Maresca,Luis Martínez-Martínez
摘要
Collateral damage caused by antibiotic use includes resistance, which could be reduced if the global inappropriate use of antibiotics, especially in low-income countries, could be prevented. Surveillance of antimicrobial consumption can identify and target practice areas for quality improvement, both in the community and in healthcare institutions. The defined daily dose, the usual adult dose of an antimicrobial for treating one patient for one day, has been considered useful for measuring antimicrobial prescribing trends within a hospital. Various denominators from hospital activity including beds, admissions and discharges have been used to obtain some standard ratios for comparing antibiotic consumption between hospitals and countries. Laboratory information systems in Clinical Microbiology Services are the primary resource for preparing cumulative reports on susceptibility testing results. This information is useful for planning empirical treatment and for adopting infection control measures. Among the supranational initiatives on resistance surveillance, the EARS-Net provides information about trends on antimicrobial resistance in Europe. Resistance is the consequence of the selective pressure of antibiotics, although in some cases these agents also promote resistance by favouring the emergence of mutations that are subsequently selected. Multiple studies have shown a relationship between antimicrobial use and emergence or resistance. While in some cases a decrease in antibiotic use was associated with a reduction in resistance rates, in many other situations this has not been the case, due to co-resistance and/or the low biological cost of the resistance mechanisms involved. New antimicrobial agents are urgently needed, which coupled with infection control measures will help to control the current problem of antimicrobial resistance. El daño colateral más importante derivado del uso de los antibióticos es la aparición de resistencias bacterianas. La prescripción inadecuada de los antibióticos está íntimamente relacionada con este efecto, observado globalmente a nivel mundial, pero principalmente en países con recursos económicos limitados. La estrecha vigilancia del consumo de los antibióticos puede ser de gran ayuda para identificar cuáles son los problemas relacionados con la prescripción de estos fármacos e introducir las estrategias necesarias para evitarlos, tanto en el ámbito ambulatorio como en el hospitalario. La dosis diaria definida, referida a la dosis usual de un antimicrobiano concreto, destinada al tratamiento diario de un paciente, se ha considerado útil para el estudio de las tendencias de consumo de los antibióticos en el hospital. Esta unidad se ha introducido en diversas fórmulas que incluyen diversos denominadores correspondientes a la actividad hospita laria, entre ellos el número de camas, ingresos y altas. Todo ello, con el objetivo de obtener una serie de indicadores estandarizados que se utilizan para efectuar comparaciones sobre el uso de antibióticos entre distintos hospitales y países. Los sistemas de información del laboratorio son las fuentes primarias de datos para la preparación de informes acumulados de sensibilidad. Esta información es útil para planificar tratamientos empíricos y adoptar medidas de control de infección. Entre las iniciativas supranacionales de vigilancia de la resistencia, la red EARS-Net proporciona información acerca de las tendencias de resistencia en Europa. La resistencia es consecuencia de la presión selectiva de los antimicrobianos, aunque en ocasiones estos agentes también promueven la resistencia al favorecer la aparición de mutaciones seleccionadas posteriormente. Múltiples estudios indican la relación entre el uso de antimicrobianos y la aparición de resistencias. Aunque en algunos casos una disminución del uso de un antimicrobiano se asocia a una reducción en las tasas de resistencia a este, en muchas otras situaciones no sucede así, debido a la corresistencia o al bajo coste biológico del mecanismo implicado. Son necesarios nuevos antimicrobianos, que junto con medidas de control de infección ayudarán a paliar el problema de la resistencia.